Oxford Fabric es un textil ampliamente apreciado conocido por su durabilidad, versatilidad y patrón de tejido distinto. Se usa comúnmente en varios productos, que incluyen ropa, bolsas, carpas y tapicería. Comprender la clasificación de la tela de Oxford ayuda a los fabricantes, diseñadores y consumidores a seleccionar el material adecuado para sus necesidades específicas. Este artículo profundiza en la clasificación de la tela de Oxford desde múltiples perspectivas, como el tipo de tejido, la composición del material, el peso, el recubrimiento y las aplicaciones típicas.
Clasificación por patrón de tejido
Una forma fundamental de clasificar la tela de Oxford es por su patrón de tejido. La tela de Oxford tradicional emplea un tejido de canasta donde pasan dos o más hilos sobre y menos de dos o más hilos en la dirección opuesta. Esta estructura le da al tejido Oxford su textura y suavidad característica mientras mantiene la fuerza.
Hay variaciones del tejido que crean diferentes tipos de telas de Oxford. Por ejemplo, el tejido simple de Oxford es más uniforme y suave, a menudo se usa para camisas y textiles más ligeros. Por otro lado, un tejido de Oxford en el punto de vista utiliza hilos más finos y un tejido más apretado, produciendo una tela con una textura más fina, adecuada para camisas de vestir.
Clasificación por composición de material
Oxford Fabric también se clasifica en función de las fibras utilizadas en su producción. Los materiales comunes son algodón, poliéster y mezclas de estos dos.
La tela de oxford de algodón es favorecida por su transpirabilidad, suavidad y sensación natural. Es ideal para ropa casual y ropa de verano debido a su comodidad y absorción de humedad.
La tela de Oxford de poliéster, por otro lado, es más resistente a las arrugas, las manchas y el desvanecimiento. Esto lo hace adecuado para equipo, mochilas y ropa de trabajo al aire libre, donde la durabilidad y la facilidad de mantenimiento son prioridades.
La tela de Oxford mezclada combina las cualidades del algodón y el poliéster. Este híbrido ofrece durabilidad, resistencia a las arrugas y una textura cómoda, lo que la hace popular tanto para los textiles de moda como funcionales.
Clasificación por peso y densidad
El peso y la densidad de la tela de Oxford son criterios de clasificación cruciales que influyen en su uso y rendimiento. El peso de la tela de Oxford generalmente se mide en gramos por metro cuadrado (GSM).
La tela de Oxford liviana, típicamente menos de 150 GSM, es suave y transpirable, por lo que es adecuada para camisas y forros. Las telas de peso medio, que van desde 150 a 300 GSM, proporcionan un equilibrio entre la durabilidad y la comodidad, a menudo utilizadas para ropa casual y bolsas de luz.
La tela Oxford de peso pesado, por encima de 300 GSM, es mucho más robusta y duradera. Este tipo se usa comúnmente en equipaje, equipo al aire libre, tapicería y aplicaciones industriales donde la dureza es esencial.
Clasificación por recubrimiento y acabado
Otra clasificación significativa de la tela de Oxford se relaciona con sus tratamientos de recubrimiento o acabado. Estos tratamientos mejoran la resistencia de la tela al agua, las manchas y la abrasión.
La tela Oxford sin recubrimiento es transpirable y cómoda, pero menos resistente a la humedad y la suciedad. A menudo se elige para ropa y usos interiores.
La tela Oxford resistente al agua presenta recubrimientos como poliuretano o PVC, que repelen el agua y hacen que la tela sea adecuada para equipos al aire libre como carpas, impermeables y mochilas.
Algunas telas de Oxford experimentan procesos de acabado adicionales para mejorar el retraso de la llama, la protección UV o las propiedades antimicrobianas. Estos acabados especializados amplían la usabilidad de la tela de Oxford en sectores como ropa de seguridad y textiles médicos.